Tegucigalpa -Octubre 2017- La doctora Paola Matamoros, el doctor Carlos Ochoa y el resto del equipo de personal de salud del Hospital de San Felipe (Tegucigalpa) comenzaron a atender con normalidad un parto el pasado 21 de julio. Eran las diez de la noche. La mujer, de 37 años, dio a luz a su hijo con normalidad. Todo parecía ir bien hasta que a las cuatro de la mañana la madre comenzó a sangrar. La trasladaron rápidamente al quirófano, donde la canalizaron y prepararon una transfusión de sangre. La hemorragia no se detenía y la mujer comenzó a perder la consciencia. La doctora Paola Matamoros y su equipo decidieron aplicar una innovación médico que habían recibido y con la que se habían capacitado apenas 24 horas antes: el balón hidrostático ESM-UTB. La mujer dejó de sangrar a los pocos minutos de serle aplicado en su útero el balón. No sólo salvó su vida, sino que evitó una histerectomía que le habría impedido tener más hijos en el futuro.
Desde aquella noche del 21 de julio hasta finales de septiembre de este año, el balón hidrostático ESM-UTB ha salvado ya la vida de 21 mujeres hondureñas que sufrieron graves hemorragias durante el parto. A 18 de ellas les ha evitado también sufrir la histerectomía.
El balón hidrostático ESM-UTB, apenas cuesta cinco dólares y es una nueva y costo-efectiva versión de la técnica del balón intrauterino. Consiste en un kit de emergencia previamente preparado, compuesto por un condón, un catéter, y una pequeña jeringuilla con la que se llena de agua el preservativo dentro del útero. Se denomina “Cada segundo cuenta. Balón de taponamiento uterino”, o ESM-UTB, por sus siglas en inglés. El kit puede ser implementado por personal de salud de cualquier nivel y ya ha sido probado con éxito en 115 comunidades de la India, Nepal, Zambia, Tanzania, Sudán del Sur, Kenia, Senegal y Sierra Leona. La experiencia previa demuestra que el balón ha salvado la vida del 100% de las mujeres con hemorragias leves o moderadas durante el parto y del 86% de las mujeres en estado avanzado de shock, según el precursor de este sistema, el doctor Thomas Burke del Massachusets General Hospital.
En 2015 murieron 1.344 mujeres en América Latina a causa de hemorragias producidas durante el parto. A nivel mundial, esta cifra se elevó hasta los 83.125 casos, según datos del Global Health Data Exchange.
Tras conocer la eficacia científica de este proyecto, la Iniciativa Salud Mesoaméricainvitó al doctor Burke a apoyar la implementación de este kit en Honduras para reducir las tasas de mortalidad materna por hemorragia en este país. En 2015, 108 mujeres hondureñas fallecieron por complicaciones del parto y el embarazo. Al menos 33 de estos casos se produjeron por hemorragias posparto, según la doctora Elvia Ardón, directora general de normalización del Servicio de Salud de Honduras.
En julio de 2017 la Iniciativa Salud Mesoamérica y el equipo del doctor Thomas Burke del Massachusets General Hospital donaron al Servicio de Salud de Honduras 500 unidades de kits de ESM-UTB. Que se distribuyeron a más de 80 en seis hospitales de todo el país. También se han capacitado en el uso de este instrumento a 330 profesionales de la salud de once centros de salud: Hospital Leonardo Martinez en San Pedro Sula; Mario Catarino Rivas en San Pedro Sula; Hospital Escuela Universitario; Hospital de San Felipe; Hospital general San Francisco en Olancho; Hospital general de Occidente en Copán; Hospital general Santa Teresa en Comayagua; Hospital general del sur; Hospital general básico de San Marcos de Ocotepeque; Hospital Básico Enrique Aguilar Serrato en la Esperanza; Hospital Roberto Suazo Córdoba en La Paz.