Guatemala. Febrero 2017- Lucrecia Hernández Mack es médico y cirujana. Asumió la dirección del Ministerio de Salud de Guatemala el 1 de agosto de 2016. El derecho al acceso universal a la salud, la equidad de género y la interculturalidad son los principales objetivos con los que afronta su mandato.
¿En qué consiste el actual Modelo de Salud de Guatemala?
El MIS (Modelo Incluyente de Salud) está ya funcionando en 100 puestos de salud en todo el país. Es una estrategia pensada para fortalecer el primer nivel de atención y está basada en cuatro principios: el derecho a la salud; la pertinencia intercultural; la perspectiva de género; y una visión holística de la relación entre el humano y la naturaleza.
¿Cómo se traduce eso en un mejor servicio a los ciudadanos?
El objetivo es que en cada puesto de salud haya dos o más auxiliares de enfermería que, además de atender la demanda del centro, puedan también llevar a cabo visitas familiares integrales, identificar riesgos, ver condiciones de vivienda, ver redes de apoyo e informar sobre prácticas de auto-atención. Además, estos auxiliares están también capacitados para impartir consejería y realizar actividades con las organizaciones comunitarias locales, como, por ejemplo, revisión de pozos de agua, interacción con terapeutas mayas y comadronas, trabajo para tener planes de emergencia comunitario... La idea es que los puestos de salud no sólo den atención individual y curativa, sino que adopten un enfoque de prevención y de promoción de condiciones de salud.
¿Están identificando ya una mejora del servicio, especialmente a madres y niños, gracias a este enfoque?
Sí. Hemos identificado aumentos de cobertura y aumentos de acceso en toda la población. Pero lo más importante es que estos aumentos de cobertura no han sido individuales, sino que han sido familiares y comunitarios. Los datos demuestran también que, mejorando la cobertura de la población, logramos también mejores indicadores maternos e infantiles. Esto es importante porque hemos identificado que la salud materno-infantil es una expresión de muchos procesos sociales, económicos y políticos del país. Por eso, el modelo de salud tiene que tener en cuenta y abordar también esos procesos. En el caso de las mujeres se les atiende no sólo por aspectos reproductivos, sino también por aspectos no reproductivos. Se ve a la mujer de forma integral.
¿Qué está haciendo el Ministerio de Salud de Guatemala por mejorar la calidad del servicio?
La calidad del servicio de salud está ligada a muchos aspectos. Uno de ellos es la interculturalidad. A partir de la pertinencia intercultural, identificamos que existen diferentes conceptos de salud y distintos saberes dentro de las comunidades mayas o entre las comadronas o las mismas madres. Es importante reconocer estos saberes y estás prácticas para fortalecerlas y mejorarlas. De igual manera, resulta de gran importancia para la calidad prestar el servicio en el idioma local de la población. Esto facilita la comunicación con los pacientes y sus comunidades. La calidad se va construyendo a partir de una mayor participación y de una mejor relación entre las instituciones, los servicios y la población local.
Otro elemento importante para aumentar la calidad es contar con equipos de apoyo en los distritos. Estos profesionales acompañan a los auxiliares de enfermería y supervisan los programas individual, familiar y comunitario.
¿Cuáles son los principales retos que afronta el Ministerio de Salud de Guatemala?
Los retos son muchos: falta de recursos financieros; falta de procedimientos administrativos; falta de personal; brechas de infraestructuras… Pero los principales retos están en los enfoques. Durante muchos años hemos enfocado la salud a la población desde la focalización. Sin embargo, es a través del acceso universal cuando obtenemos mejores indicadores y mejores resultados, incluso en poblaciones específicas. De igual manera, tenemos el reto de saber reconocer y enfocar los distintos saberes y prácticas de una población que en un 80% es indígena. Tenemos también el reto de pensar la salud desde los procesos y determinantes sociales y económicos y entender que la salud está ligada a la reducción de la desigualdad y de la pobreza, la mejora de la calidad del agua y el saneamiento. La salud no es sólo curativa.
¿Cómo puede contribuir la Iniciativa Salud Mesoamérica a afrontar esos retos?
Esperamos que la ISM comprenda los cambios de enfoque que estamos realizando en el Ministerio de Salud de Guatemala y que puedan acompañarnos en analizar cómo a partir de los abordajes integrales y universales se pueden tener mejores resultados materno infantiles. La ISM puede contribuir también mucho en mejorar los sistemas de información y en generar evidencia que demuestre cómo el acceso universal nos permitirá tener avances en la salud materno infantil.