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Quiénes Somos

La Iniciativa Salud Mesoamérica (ISM) pretende reducir las desigualdades en salud materna, neonatal e infantil (SMNI) mediante un modelo de financiación basado en resultados (FBR). Al inicio de la Iniciativa, entre los más pobres de Mesoamérica, sólo 5 de cada 10 partos eran atendidos por personal de salud cualificado. La tasa de mortalidad entre los recién nacidos y los niños menores de 5 años duplicaba la media regional. Y los niños del 20% más pobre medían 6 cm menos de estatura que los del 20% más rico.

La ISM ha sido ejecutada por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en tres operaciones:

  • La Primera Operación se centró en la "preparación del sistema" mediante la mejora de insumos, normas, directrices y organización de las redes sanitarias.
  • La Segunda Operación se centró en aumentar la cobertura y mejorar la calidad; y
  • La Tercera Operación se centró en indicadores de calidad e impacto, como la prevalencia de la anemia.

Nuestro modelo de Financiación Basada en Resultados (FBR)

La ISM aplica un modelo de financiación basado en los resultados (FBR), que hace que tanto los donantes como los países receptores de ayuda se replanteen el enfoque tradicional de la financiación y haga hincapié en la consecución de resultados. En salud pública hay suficientes pruebas de lo que funciona, pero no necesariamente de cómo deben aplicarse las soluciones, especialmente en zonas de difícil acceso.

La teoría del cambio de la Iniciativa establece que la combinación de incentivos financieros y de reputación, pruebas procedentes del seguimiento externo de los resultados y recursos adicionales asignados a los más pobres motivaría la adopción de intervenciones y políticas basadas en pruebas que aumenten la demanda y la oferta de servicios de salud. En algunos casos, esto significa probar "innovaciones operativas" para llevar las intervenciones biomédicas a las poblaciones destinatarias. A su vez, este ciclo de oferta y demanda mejoraría la salud entre las poblaciones más pobres de Mesoamérica.

El modelo de la ISM se basa en cuatro conceptos básicos:

1) Los países deben centrarse en el 20% más pobre de su población, seleccionado en función de los Datos de Incidencia de la Pobreza;

2) Los fondos de la ISM sólo pueden financiar intervenciones para la salud materno-infantil basadas en evidencias, rentables y prometedoras;

3) Todos los proyectos son cofinanciados por la ISM y los países (50-50); y

4) Todos los resultados son verificados externa e independientemente por el Institute for Health Metrics and Evaluation (IHME) de la Universidad de Washington, mediante encuestas en hogares y centros de salud. Si los países alcanzan el 80% de sus objetivos, reciben el 50% de su inversión original para utilizarlo libremente en proyectos sanitarios.

En la región, las intervenciones de la ISM han beneficiado directamente a 1,8 millones de mujeres en edad reproductiva y niños menores de 5 años, así como indirectamente a 4,5 millones de personas que viven en las zonas más pobres.

Al inicio de la ISM, cada país recibió una donación de inversión que se equiparaba con la financiación nacional para llevar a cabo intervenciones basadas en pruebas en las zonas más pobres. Si el país cumplía los objetivos previamente acordados, recibía un incentivo (el tramo de desempeño) que reembolsaba la mitad de los fondos nacionales invertidos para su uso sin restricciones dentro del sector salud.

El modelo FBR de la ISM contempla diferentes medidas para mitigar el riesgo de incentivos perversos y evitar que los beneficiarios se centren únicamente en algunos indicadores: para el desembolso del tramo de desempeño (TD) debe obtenerse una puntuación mínima de 0,8. Los indicadores de resultados y los enfoques de ciclo de vida garantizan que el programa se mantenga centrado en la mejora de la salud. Se realiza una evaluación en áreas de comparación para garantizar que los fondos no se transfieren de unas áreas a otras.