El Salvador. Febrero 2017.
El director médico del Equipo Comunitario de Salud Familiar (ECOS) de la comunidad del Sauce (El Salvador) ha ideado una metodología que permite mejorar la calidad de su servicio. Una tarde por semana se reúne con los profesionales de salud y administrativos de otros ECOS cercanos para revisar todos los expedientes de mujeres en edad reproductiva vistos durante la semana. El seguimiento de cada expediente permite revisar si se entregaron de manera adecuada métodos de planificación familiar que las usuarias han demandado, si se realizó de manera correcta la consejería y el asesoramiento, si se detectó una necesidad insatisfecha, o si se hizo una prueba rápida en casos de sospechas de embarazo.
En el ECO de la comunidad de San Cristóbal han establecido unos canales de comunicación continua con agentes sociales y profesionales vinculados con la salud pero que no están adscritos al Ministerio de Salud de El Salvador: dentistas; farmacéuticos… El diálogo y la disponibilidad del personal de salud, de siempre estar abiertos en hablar con estos profesionales miembros de la comunidad, en conversaciones livianas, espontáneas, que pueden darse hasta en el parque o en el centro de salud, muchas veces permite detectar embarazos tempranos o signos de alerta entre pacientes de la comunidad a la que dan servicio.
En el ECO de Tacuba realizaron una rápida investigación cualitativa para analizar por qué las madres de la comunidad mostraban resistencia a administrar micronutrientes en polvo a sus hijos menores de cinco años para reducir la anemia. El estudio concluyó, en primer lugar, que parte del equipo médico desconocía los contenidos de los sobres de micronutrientes, y la importancia de entregar a las madres este producto; y, en segundo lugar, que gran parte de las madres vivían bajo el supuesto de que los micronutrientes alteraban el sabor de la comida de sus hijos y que, por tanto, los pequeños se iban a negar a comer. Esta investigación permitió poner en marcha acciones de comunicación destinadas a informar a los propios trabajadores de salud, así como a las madres de la importancia del suministro de micronutrientes y de que estos productos no alteran el sabor de la comida; se realizaron pruebas en vivo tanto a nivel de la unidad de salud como a nivel comunitario, preparando porciones de micronutrientes disueltas en una de las frutas de estación, fácilmente adquirible bajándola de un árbol, y fue allí donde las madres lograron comprobar que sus supuestos eran erróneos, y que sus niños/niñas aceptaban la porción de micronutrientes sin ningún ictus de rechazo.
La segunda operación de la Iniciativa Salud Mesoamérica en El Salvador comenzó hace 18 meses. Durante este tiempo, los ECOS de los 14 municipios más pobres de este país han puesto en marcha diversas y novedosas intervenciones destinadas a mejorar la calidad y la cobertura de los servicios de salud que prestan a los ciudadanos. Las experiencias de éxito de algunos centros, así como sus fracasos, son la mejor herramienta para aprender y mejorar los procesos de atención del sistema de salud.
Por ello, el pasado 16 de febrero se celebró en El Salvador un taller de aprendizaje colaborativo, donde tres de los ECOS con mejores resultados compartieron sus experiencias y prácticas con nueve ECOS que han tenido más dificultades para mejorar la calidad de su servicio. En el taller participaron autoridades del Ministerio de Salud de El Salvador (MINSAL) y 36 representantes de los diferentes ECOS del país donde actualmente se cuenta con el apoyo de la Iniciativa Salud Mesoamérica.
La doctora Claudia Suárez, del Ministerio de Salud de El Salvador destacó que aquellos centros de salud que están facilitando experiencias exitosas “no necesitan aprenderse las normas de memoria; … cumplen con los objetivos porque saben qué es lo que tienen que hacer para mejorar el servicio”, indicó. El doctor Romero, también del Ministerio de Salud de El Salvador, se mostró “sorprendido” al comprobar cómo, “a pesar de las complicadas circunstancias”, algunos ECOS habían logrado alcanzar altos niveles de calidad, y mostró su esperanza de que el taller colaborativo pueda “inspirar” a aquellos centros que todavía tienen retos por delante y adoptar y adaptar algunas de las medidas intercambiadas como potencial solución a los cuellos de botella que encuentran para que los niños menores de dos años tomen sus micronutrientes y puedan reducir sus niveles de anemia
El taller fue liderado por el Dr. Romero en representación del MINSAL y clausurado por el Dr. Macal, también en representación del Ministerio de Salud, que estuvo acompañado por María Deni Sánchez en representación del BID.