La clave para eliminar la anemia en El Salvador se esconde en las páginas de un libro. Un libro denominado “listado integral del niño” y que está en manos de 225 promotores de salud que recorren diariamente los catorce barrios y municipios más pobres de El Salvador registrando y asegurándose de que todos los niños menores de dos años reciban y consuman la dosis necesaria de micronutrientes para evitar casos de anemia. En apenas dos años, el consumo adecuado de micronutrientes entre los niños más pobres de El Salvador ha aumentado un 61.1 por ciento.
La anemia representa uno de los principales retos de la salud de los más pequeños de El Salvador. En el año 2011 el 47% de los niños de 6 a 23 meses de los municipios más pobres padecía de anemia, lo que limitaba de manera muy grave su desarrollo físico e intelectual. Existía el consenso de que el tratamiento de estos menores con sobres de micronutrientes era la mejor fórmula para hacer frente a esta situación. Sin embargo, el principal reto consistía, primero, en distribuir de manera eficaz este producto, y, segundo, en asegurarse de que los niños consumieran este producto durante los sesenta días seguidos que dura el tratamiento.
El listado integral del niño se ha convertido en una herramienta prometedora para lograr este doble propósito, que garantiza el consumo del más eficaz tratamiento contra la anemia.
Heidi Morales es médico y directora de la unidad comunitaria de salud familiar de San Cristóbal, un pequeño municipio situado a una hora y cuarto de distancia de San Salvador. Su centro de salud atiende a 231 familias, entre los que se encuentran 53 niños menores de tres años. “Desde que comenzó la entrega sistemática y vigilada de micronutrientes, ya casi no tenemos cuadros de anemia y los pocos que se dan tienen índices muy bajos. Los niños tienen ahora un aspecto muchos más saludable y acorde a su etapa de crecimiento”, asegura la doctora Morales, quien destaca los efectos positivos que esto genera en el desarrollo futuro de los niños de su comunidad: “estamos garantizado un mejor crecimiento y un aumento de la capacidad intelectual de los niños gracias a la entrega de los micronutrientes”.
Según reconoce la doctora Morales, El “listado integral del niño” permite un “control sistemático” en la entrega de micronutrientes. “Es como un mapa de los niños de un municipio, donde todos menores de cinco años se encuentran en el listado. Esto nos permite mapear y hacer un seguimiento personalizado si se les ha entregado los micronutrientes, los anti parasitarios y se han producido casos de diarrea. Nos permite tener controlados a todos los niños desde que nacen hasta que llegan a los cinco años”, concluye la doctora Morales.
El Ministerio de Salud de El Salvador comenzó a implementar este proyecto, denominado “listado integral del niño”, en julio de 2016 con el apoyo de la Iniciativa Salud Mesoamérica. Actualmente ya hace un seguimiento personalizado de más de 6200 niños, lo que representa el 82% de los menores entre 6 y 23 meses de edad de las áreas más pobres del país. La distribución de micronutrientes consiste en tres entregas a todas las familias con niños entre 6 y 23 meses de 60 sobres con nutrientes en polvo para el consumo de los bebés durante dos meses. La primera entrega de sobres se hace a los seis meses de edad; la segunda a los doce y la tercera se vuelve a repetir cuando el bebé cumple 18 meses. La evidencia científica demuestra que, si los menores consumen estos productos, se garantizan un desarrollo físico y mental saludable en la infancia y en la adolescencia.
Roxana del Carmen Hernández, promotora de la comunidad de San José, asegura que lo más complicado de la entrega de micronutrientes fue convencer a las madres de la importancia de su consumo. Sin embargo, asegura que en cuanto las mamás han visto los resultados de esta estrategia, ya no dudan en incluir este producto en la dieta de sus hijos. “Todas las mamás de mi comunidad están muy comprometidas con dar los sobres a sus hijos. Desde hace un par de años ya no he visto ningún niño con bajo peso o problemas nutricionales. Además, gracias al listado integral, tengo a todos los niños controlados. Sé cuántos sobres han tomado y cuándo les toca la próxima entrega”, reconoce esta promotora de salud salvadoreña.
Rosa Yasmín Jovel tiene dieciocho años y un hijo de año y medio que se llama Axel. El nombre del niño está incluido en el libro de Josué Bengamín López, promotor de salud de San Antonio Mazahuate, y se asegura de manera puntual que Axel está cumpliendo con la toma de micronutrientes. “Este método nos ha cambiado la forma de trabajar. Ahora tengo un control total y ordenado sobre las familias que tengo que visitar, cuándo debo de entregar los sobres, puedo verificar si los consumen y anotar si tienen enfermedades. Llevamos un control estricto de cada niño”, reconoce el promotor de salud. Rosa Yasmín reconoce los beneficios que este control tiene en su hijo. “Desde que le doy los micronutrientes sólo he visto beneficios. Cuando tuve a mi bebé pasamos muchos problemas de salud, pero en cuanto comenzó a tomar micronutrientes desaparecieron. Ya no hemos vuelto a ir al médico por vómitos, ni diarreas, ni ningún otro problema. El niño está siempre sano y fuerte”, explica la mamá de Axel.