La Iniciativa Salud de Mesoamérica ha beneficiado a casi 2 millones de mujeres y niños de las regiones más pobres. (ISM)
Desde 2012, la Iniciativa Salud de Mesoamérica (ISM) ha mejorado la salud de las poblaciones más pobres de la región en temas como vacunación, salud sexual y reproductiva y modificación del entorno comunitario. El proyecto encabezado por las fundaciones Bill & Melinda Gates, Carlos Slim, los gobiernos de Canadá y España, así como por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y gobiernos de los ocho países participantes, ha beneficiado a cerca de 2 millones de mujeres y niños, un 20 por ciento de la población más pobre de la región.
Los resultados de la segunda fase de financiamiento del proyecto fueron dados a conocer ayer por representantes de las instituciones que coordinan la iniciativa, la cual ha logrado implementar la detección rápida y prueba de seguimiento para mujeres embarazadas a nivel comunitario en El Salvador, Honduras, Nicaragua y Panamá.
Además, en 10 hospitales de Guatemala, Honduras y Nicaragua ha permitido la presencia de obstetras, ginecólogos y pediatras las 24 horas, los siete días de la semana; así como la operación de estrategias de Mejoramiento de la Calidad en los sistemas de salud de Chiapas, Belice, El Salvador, Honduras y Nicaragua.
Entre otros resultados, se refiere que en dos años Chiapas ha aumentado el cumplimiento de las normas en 20 puntos porcentuales durante las complicaciones maternas; Belice ha aumentado el porcentaje de mujeres embarazadas observadas durante su primer trimestre de dos de cada 10 mujeres a cinco de cada 10 mujeres.
Por su parte, en Nicaragua, 10 mil 237 mujeres de 965 comunidades han creado un plan de nacimiento por primera vez, mientras que en Honduras el cumplimiento de las normas para los nacimientos con complicaciones ha aumentado de 6.9 a 46.2 por ciento.
“Podemos afirmar que las mujeres y niños más desfavorecidos de estas regiones ven mejora en su salud”, señaló Miguel Betancourt, director de Soluciones Globales de la Fundación Carlos Slim. “Uno de los objetivos de la iniciativa es cerrar brecha entre los que menos tienen y el promedio de la atención a la salud materna e infantil de los países”. Durante la presentación, llevada a cabo en el Museo Soumaya, agregó que las mediciones de estos indicadores fueron realizadas por el Instituto de Métrica y Evaluación en Salud de la Universidad de Washington, EU.
Además de proporcionar diferentes financiamientos, la iniciativa “premia” a los gobiernos y sus sistemas de salud, los cuales deben cumplir metas específicas para recibir de regreso montos de su propia inversión. El objetivo es que en las fases subsecuentes, los sistemas de salud mantengan la iniciativa con financiamiento propio, ya con la experiencias técnica necesaria para mejorar la eficiencia de su atención.
REVOLUCIÓN CONTRA LA MALARIA. Ahora bien, dados estos resultados, los miembros de la ISM, junto con otros socios, entre ellos la Organización Panamericana de la Salud (OPS), buscarán establecer una estrategia similar que ayude a combatir la malaria. Se trata de la Iniciativa para la Eliminación de la Malaria en Mesoamérica y República Dominicana, que tiene como objetivo reducir a cero los casos de esta enfermedad para 2020 y 2022 entre los países participantes.
“La meta es llegar a cero casos en 10 países de la región en 2020 y apoyarlos en los dos años subsiguientes a mantener la fortaleza sanitaria, para evitar que en sus sistemas se reintroduzca la enfermedad”, señaló Emma Iriarte, secretaria ejecutiva del ISM y de la iniciativa regional contra la malaria. “El mosquito siempre estará ahí, entonces el sistema debe estar listo para, una vez que se reporten cero casos, detectar cada nuevo caso con una rapidez de entre 24 y 48 horas para tratarlo y evitar la propagación”.
La especialista enfatizó que la iniciativa reconoce los esfuerzos de socios y países para erradicar la enfermedad. La reducción de la tasa la anual es del 7 por ciento en Latinoamérica y en más del 90 por ciento en Centroamérica, refirió. “A partir del 2016, se tienen más de 40 mil casos confirmados en Haití, República Dominicana y Centroamérica, por lo que llegar a cero no es fácil”. En tanto, en el sureste de México se registran alrededor de mil casos anuales.
El modelo del ISM es dar el último paso para la eliminación. “Es ahí donde el modelo de financiamiento basado en resultados, la alianza público-privada y el compromiso de 10 países, tanto político como financiero, generarán los cambios para alcanzar los cero casos. Estamos entusiasmados y optimistas, ocupados en saber cuáles son los requerimientos en los sistemas de cada país”.
Para llevar a cabo esta meta, dijo, se necesita un cambio de enfoque en el aprendizaje de la enfermedad y cómo atajarla. “Durante muchos años nos hemos enfocado en el vector, controlar el mosquito, lo cual sigue teniendo validez. Pero ahora el enfoque debe ser cortar la transmisión en el humano, para que el parásito en su cuerpo no sea llevado por otro mosquito e infecte a más personas”.
Este cambio puede revolucionar el esfuerzo para alcanzar la eliminación en dos y cuatro años —en países donde hay mayor población, como Colombia, Panamá y República Dominicana—. “Podríamos salvar vidas entre los 18 millones de personas que están en riesgo, pero adicionalmente podemos apoyar con este modelo al combate de esta enfermedad, así como otras como del dengue, Zika y Chikungunya, y en otras regiones de la Amazonía y el Caribe”.